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¡Nutrición vegetal! Descubre 5 motivos para conocer sobre esta base en la alimentación 

La nutrición vegetal es un tema relevante cuando hablamos de cultivar alimentos saludables y nutritivos. Un suelo saludable y una nutrición adecuada son fundamentales para el crecimiento y desarrollo de los cultivos.  

Muchos de nosotros consumimos vegetales sin pensar en su valor nutricional, y en ocasiones no sabemos que este factor depende no solamente de la especie vegetal, sino también de las condiciones en las que se ha cultivado. En este blog, te presentaremos los 5 motivos para conocer sobre nutrición vegetal en los cultivos, y cómo esto impacta en la calidad de nuestra base alimenticia. 

Afecta la calidad de los alimentos 

Como dice el refrán, «somos lo que comemos», y esto aplica también a los vegetales. La calidad nutritiva de los alimentos cultivados se refleja en su sabor, aroma, textura y color, y todos estos aspectos dependen en gran medida de la calidad del suelo donde se cultivan las plantas. 

Un suelo con las propiedades adecuadas y equilibradas tiene la capacidad de producir una cosecha de calidad superior. Esto se debe a que, al proporcionar a las plantas los nutrientes que necesitan en las cantidades adecuadas, se promueve su crecimiento y desarrollo óptimos. En consecuencia, los alimentos que se obtienen de estas plantas son más ricos en vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales para nuestra salud. 

Influye en el rendimiento de los cultivos 

Es importante proporcionar una nutrición adecuada a las plantas para garantizar una buena cosecha, una alta productividad y rentabilidad en la agricultura. Los nutrientes esenciales, como el nitrógeno, el fósforo y el potasio, son necesarios en cantidades adecuadas para el crecimiento adecuado de las plantas. Estos nutrientes juegan un papel fundamental en la formación de proteínas, enzimas y otros compuestos esenciales para el desarrollo y función de los cultivos. 

Cuando las plantas no reciben los nutrientes necesarios en las cantidades adecuadas, pueden manifestar síntomas de deficiencia, como hojas amarillas, crecimiento lento, flores y frutos no desarrollados correctamente, entre otros. Estas deficiencias pueden limitar el potencial de rendimiento de los cultivos.  

Es importante destacar que esto no solo implica proporcionar los nutrientes necesarios, sino también asegurarse de que estén disponibles en la forma y momento adecuados para que las plantas puedan absorberlos de manera eficiente. Por lo que hay que comprender las necesidades específicas de cada cultivo y adaptar las prácticas de fertilización en consecuencia. 

Una nutrición vegetal adecuada protege a las plantas frente a enfermedades y plagas. Un suelo equilibrado nutricionalmente y con un pH adecuado resulta ser un ambiente poco propenso para las enfermedades y plagas, ya que las plantas tienen una mejor resistencia natural frente a estas enfermedades, gracias a su fortaleza nutricional. Por lo tanto, una nutrición adecuada del suelo no sólo mejora la calidad y la cantidad de la producción vegetal, sino que disminuye también la probabilidad de llegar a tener pérdidas por enfermedades y plagas. 

Ayuda a conservar el suelo 

Los minerales y otros nutrientes son esenciales no solo para el crecimiento de las plantas, sino también para el suelo en el que se cultivan. Una alimentación vegetal equilibrada y adecuada mejora la estructura del suelo, lo que aumenta la capacidad de retención de agua del suelo y disminuye su erosión. Los nutrientes también retornan al suelo a través de la descomposición de las plantas, manteniendo una buena fertilidad. Es importante para el agricultor implementar técnicas que conserven el suelo para poder seguir cultivando alimentos de alta calidad a largo plazo. 

Promueve la sostenibilidad 

Una nutrición adecuada del suelo, que consista en una combinación de fertilización inorgánica y orgánica, con el uso de enmiendas orgánicas y minerales, apoya un sistema alimentario sostenible. Al utilizar prácticas agrícolas sostenibles que conservan el suelo, la biodiversidad y los recursos hídricos, los agricultores pueden garantizar una producción de alimentos saludables y nutritivos y al mismo tiempo preservar las condiciones ambientales para las generaciones futuras. 

Ahora bien, ¿cómo obtenemos una nutrición adecuada en nuestros cultivos? Los nutrientes que las plantas necesitan se pueden clasificar en macronutrientes y micronutrientes. Los macronutrientes son aquellos que las plantas necesitan en cantidades relativamente grandes, por lo que se les proporciona en mayores cantidades. 

Por su parte, los micronutrientes vegetales son aquellos que los cultivos únicamente requieren en cantidades más bajas, pero que son esenciales para una vida saludable. Entre los macronutrientes se encuentran el nitrógeno, el fósforo y el potasio, mientras que entre los micronutrientes se cuentan el hierro, el manganeso y el zinc.